Es evidente que la situación sociopolítica en la que estamos sumidos obliga a
una concentración de fuerzas democráticas para llevar adelante la revolución
democrática que el país necesita históricamente. Definir el futuro (en sus
diferentes y variados aspectos) y hacerlo posible es cosa de todos,
ciertamente. Así que, desde nuestra fuerza de lucha de ideas cultural, y desde
nuestra libertad, pretendemos con esta reflexión aportar algo al
debate general. Así vemos la realidad. Tal vez otros
encuentren conclusiones parecidas en sus propias reflexiones. Eso querrá
decir que lo que se piensa desde cada imaginario ideológico (o su carencia)
puede estar cerca de una realidad objetiva y no condicionada. Es lo que tienen
las libertades de pensamiento y de expresión y por lo que es tan importante
hacerlas efectivas y operativas: acercan mejor que los dogmas al conocimiento de la realidad
objetiva y permiten su falsación.
El Partido Fantasma opina que hay que acabar con cualquier búsqueda de
protagonismo de cualquier organización (que son necesarias, deben ser variadas,
de acuerdo con la complejidad de la vida en democracia, pero ante todo deben
estar al servicio de la gente, y no al revés). En este momento llamamos a
todas aquellas organizaciones que están ya conformadas y cuya lucha es hacer
efectiva la democracia a que se unan en un Programa Democrático de Consenso que
proponemos así:
1.- Consenso sobre la opción Democrática de salida de la crisis (que
es una crisis de sistema, concretamente del sistema capitalista financiero
anglosajón y sus redes, que pretende mantener un mundo que ha caducado y cuya
obsolescencia debemos programar). Ante esto no basta con las viejas
recetas. Nosotros pensamos que hay que repensar la democracia como forma social
superior del desarrollo del potencial humano, desde la perspectiva de la
libertad de pensamiento y de conocimiento actual, y aplicar las políticas con
sentido experimental y científico. Porque no debemos levantar nosotros nuevos
muros para sustituir los ya caídos, como pretenden hacer los adversarios de la
democracia.
Para nosotros, la salida de la crisis se producirá a través de políticas
que implementen el Segundo Estado de Bienestar: aumentar y refinar el ámbito de
lo que es esencial y público, sanidad, educación, etc., en el primer EdB,
reforzando este con un Servicio Financiero Nacional Público (que financie
derechos sociales como la primera vivienda, la gestión de la Renta Básica,
salarios públicos, becas, pensiones...entre otras cosas). Aquí es
fundamental ofrecer una base ética material de convivencia democrática a todos
los ciudadanos sin distinción a través de una Renta Básica Universal. Esto es
totalmente fundamental, produciría seguridad a la sociedad y proporcionaría una
base de consumo que garantizaría un suelo económico en tiempos de crisis como
la actual. Como consecuencia, el reparto del trabajo, si fuera necesario,
garantizaría la permanencia en el sistema. Esto se completa con una educación,
entrenamiento o formación que debería ser continua necesariamente, dada la
aceleración histórica del proceso de transformación y cambio que proporciona el
conocimiento actualmente y cuyo alcance
democrático el actual gobierno del PP (aunque tal vez también otros) pretende impedir, como es evidente.
Para salir de esta crisis necesitamos salir del sistema que la ha creado y que,
en una defensa propia preventiva muy agresiva, se aplica
en la destrucción del Primer Estado de Bienestar (que consideramos
el mayor intento de una democracia económica en libertad hasta la fecha, pero
que no ha sido capaz de terminar con el oligopolio financiero privado). Los
bancos privados tienen solo unos 500 años de vida, no tenemos por qué depender
de ellos. Es decir, algo tan importante en una sociedad compleja como el sistema de distribución de la
financiación está en manos privadas. Desde luego, un banco privado es una
empresa privada, y la libertad de empresa, como todas las demás, debe
mantenerse, de acuerdo con el interés general expresado en las leyes. Pero un
estado democrático debe tener un sistema financiero público como garantía
de efectividad de los derechos constitucionales. Esta crisis ha demostrado esta
necesidad con creces. Es urgente la creación de un Sistema Financiero
Público Nacional. También necesitamos separar del influjo de la
"globalización" todos los ámbitos esenciales para llevar adelante una
cultura propia. Otros (el mundo financiero anglosajón y sus aliados) nos
gobiernan de acuerdo con sus intereses, que no son los nuestros. Entre sus
designios está la postergación de nuestra cultura. Una cultura obligada durante
siglos a estar al servicio de la ignorancia sectaria y dogmática de todo tipo
de infalibles papas, pero que hoy tiene la oportunidad de decidir por sí misma,
porque tiene los elementos de conocimiento suficientes para ello a pesar del
intento actual de destrucción de ese potencial al que estamos asistiendo,
llevado a cabo desgraciadamente por este penoso gobierno al servicio de
intereses mafiosos propios y extranjeros. Por lo tanto, el otro aspecto
de la Revolución Democrática y Cívica que proponemos es la implementación
decidida de la cultura local en todas sus manifestaciones. Porque cultura es desde
saber fabricar botones (o barcos), a cultivar una huerta (o gestionar un parque
nacional) a hacer música pop (o una zarzuela futurista): todo lo que hacemos. Y
eso es lo que podemos ofrecer a otros, en todo caso, no otro mundo todo a
cien para noreuropeos. Debemos recuperar nuestra autonomía cultural, política y
social, democráticamente, y defendernos de la agresión cultural, financiera y
política que se está llevando a cabo contra nuestro país y contra nosotros (ver
caso de Gibraltar sin prejuicios, los salarios de 2´50 la hora en el campo
andaluz o el asunto Eurovegas, plan cuya defenestración va a ser el test del
próximo gobierno democrático cuando lo instauremos: es lógico que los puteros
cocainómanos que nos gobiernan nos quieran convertir en el burdel del mundo, creando
un macro gibraltar en pleno centro del país, pero nosotros no tenemos por qué
aceptarlo, desde luego). Por no hablar de las agresiones económicas
comunitarias, producto de la misma ideología clasista y antidemocrática que
está llenando las arcas de los bancos extranjeros que financiaron la
burbuja/lavado de dinero del cambio del euro/ladrillo, convirtiendo sus
perdidas en nuestra deuda pública. En ese sentido, queremos dejar claro que
el Partido Fantasma no aboga por el nacionalismo, pero pensamos que los
ciudadanos de un país si que tienen derecho a defenderse cuando sobre el se
cierne un genocidio cultural que consideramos un crimen contra la humanidad (no
es broma: estamos seguros de que el mundo anglosajón lleva a cabo una política
activa de imposición cultural: nos venden su hegemonía. Y la otra gran cultura
relevante de occidente es la hispana, y lo saben). De ahí proviene lo que nosotros
entendemos como responsabilidad histórica de nuestro país, y de ahí
surge la necesidad de la revolución democrática que proponemos: dar el próximo
paso en la evolución social hacia la Democracia 2.0, y hacerlo desde España,
pacífica y decididamente, generando una influencia cultural positiva de
excelencia para el Siglo XXI, como dirección a seguir por todos. O eso, o
la dependencia: no hay otras salidas.
2.- Para llevar adelante el Programa Democrático hace falta un consenso general
de las fuerzas democráticas en España para definirlo (definir las metas), y la
colaboración crítica entre ellas debe promover un acuerdo que active también
un cambio en la propia manera de hacer política.
Hay ejemplos de esta necesidad de reflexión y nuevos consensos: por ejemplo, ¿por
qué la derecha mafiosa promueve recortar la participación política
pública en la toma de decisiones? No estamos de acuerdo. Pensamos que, puesto
que los parlamentos son representaciones, cuanto mas adecuada sea la muestra (el
sample) de la simulación, mejor. Nosotros hacemos música y la
música es una metáfora de la vida. Hoy, la sociedad española suena mal.
¿Por qué? Hablando simbólicamente, por la deficiencia en el wordlength*
de la muestra. Estamos muy deficientemente representados, y esto es así
porque lo que se presenta a elecciones son partidos políticos estructurados muy
rígidamente (codecs muy primarios), con barones, condes, duques, escuderos,
etc. Ni un fontanero. Ni un repartidor. Ni una ama de casa. Ni un
campesino. Ni un obrero en paro. etc. Pero todo está lleno de abogados,
que no deberían poder presentarse a elecciones, porque los abogados deberían
ser considerados parte de otro poder, el poder judicial. ¡Este es un
sistema político NiNi, que permite llegar al poder en negro para hacer una política antidemocrática!
Y,
¿quienes son los anti sistema aquí?
Al parlamento deberían presentarse LOS CIUDADANOS como tales. Sea que además
sean miembros de partidos políticos, de organizaciones empresariales o
culturales o sindicales o profesionales, activistas de barrio o de sistemas cósmicos,
lo que sea: que lo digan, por supuesto, abiertamente, pero que se presenten como ciudadanos, y con un equipo claro
alrededor, que será parte del entramado de relación de ese "sample" o
"muestra" activa con el entorno sampleado o muestreado, la sociedad
que lo elige. En nuestra opinión, las actuaciones partidarias en el
parlamento deben producirse como resultado de la discusión de cada tema
específico en ese ámbito. Y el parlamento debe representar a toda la sociedad,
especialmente a los que hasta ahora son excluidos: a estos (a nosotros, que
estamos en ese otro mundo de la realidad excluida del poder, la mayoría) debe
llegar la democracia con urgencia. En este momento, con el actual sistema,
los partidos legislan para mantener el poder, sea ello con buenas
intenciones (en plan despotismo ilustrado) o con la intención de tapar sus
negocios sucios e ilegales, como es el caso del partido actualmente en el poder
(ilegítimamente, desde luego: se ha ganado las elecciones con financiación
ilegal. El sistema está tan podrido que ni la Fiscalía General ni la Junta
Electoral han intervenido).
Como
dice nuestra canción, "Familias Felices"..."tenemos trabajo, hay
mucho que hacer". Con la esperanza de poder aportar un poquito, pero con
la decidida intención de hacerlo, dejamos de momento aquí esta reflexión hecha
desde ese otro mundo que es posible porque ya estamos pensando en como
va a ser, estructuralmente: de todos es sabido que el germen de la realidad
se produce en la imaginación humana. Y no estamos hablando de blanco
o negro, sino del desarrollo de la libertad, de una cultura producida
críticamente en libertad desde nuestros pueblos, ciudades, fábricas,
laboratorios.... Y ese futuro lo queremos
ahora. Es hora de hacer la obra.

Partido Fantasma
Uuuuuuhhhh! Asusta
a la crisis!
28 de Enero, 2014
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