jueves, 14 de agosto de 2014

Reflexiones musicales- España está sonando mal



          Es evidente que la situación sociopolítica en la que estamos sumidos obliga a una concentración de fuerzas democráticas para llevar adelante la revolución democrática que el país necesita históricamente. Definir el futuro (en sus diferentes y variados aspectos) y hacerlo posible es cosa de todos, ciertamente. Así que, desde nuestra fuerza de lucha de ideas cultural, y desde nuestra libertad, pretendemos con esta reflexión aportar algo al debate general.  Así vemos la realidad. Tal vez otros encuentren conclusiones parecidas en sus propias reflexiones. Eso querrá decir que lo que se piensa desde cada imaginario ideológico (o su carencia) puede estar cerca de una realidad objetiva y no condicionada. Es lo que tienen las libertades de pensamiento y de expresión y por lo que es tan importante hacerlas efectivas y operativas: acercan mejor que los dogmas al conocimiento de la realidad objetiva y permiten su falsación.
          El Partido Fantasma opina que hay que acabar con cualquier búsqueda de protagonismo de cualquier organización (que son necesarias, deben ser variadas, de acuerdo con la complejidad de la vida en democracia, pero ante todo deben estar al servicio de la gente, y no al revés). En este momento llamamos a todas aquellas organizaciones que están ya conformadas y cuya lucha es hacer efectiva la democracia a que se unan en un Programa Democrático de Consenso que proponemos así:
         1.- Consenso sobre la opción Democrática de salida de la crisis (que es una crisis de sistema, concretamente del sistema capitalista financiero anglosajón y sus redes, que pretende mantener un mundo que ha caducado y cuya obsolescencia debemos programar). Ante esto no basta con las viejas recetas. Nosotros pensamos que hay que repensar la democracia como forma social superior del desarrollo del potencial humano, desde la perspectiva de la libertad de pensamiento y de conocimiento actual, y aplicar las políticas con sentido experimental y científico. Porque no debemos levantar nosotros nuevos muros para sustituir los ya caídos, como pretenden hacer los adversarios de la democracia.
         Para nosotros, la salida de la crisis se producirá a través de  políticas que implementen el Segundo Estado de Bienestar: aumentar y refinar el ámbito de lo que es esencial y público, sanidad, educación, etc., en el primer EdB, reforzando este con un Servicio Financiero Nacional Público (que financie derechos sociales como la primera vivienda, la gestión de la Renta Básica, salarios públicos, becas, pensiones...entre otras cosas).  Aquí es fundamental ofrecer una base ética material de convivencia democrática a todos los ciudadanos sin distinción a través de una Renta Básica Universal. Esto es totalmente fundamental, produciría seguridad a la sociedad y proporcionaría una base de consumo que garantizaría un suelo económico en tiempos de crisis como la actual. Como consecuencia, el reparto del trabajo, si fuera necesario, garantizaría la permanencia en el sistema. Esto se completa con una educación, entrenamiento o formación que debería ser continua necesariamente, dada la aceleración histórica del proceso de transformación y cambio que proporciona el conocimiento actualmente y cuyo alcance democrático el actual gobierno del PP (aunque tal vez también otros) pretende impedir, como es evidente.
        Para salir de esta crisis necesitamos salir del sistema que la ha creado y que, en una defensa propia preventiva muy agresiva,  se aplica en la destrucción del Primer Estado de Bienestar (que consideramos el mayor intento de una democracia económica en libertad hasta la fecha, pero que no ha sido capaz de terminar con el oligopolio financiero privado). Los bancos privados tienen solo unos 500 años de vida, no tenemos por qué depender de ellos. Es decir, algo tan importante en una sociedad compleja como el sistema de distribución de la financiación está en manos privadas. Desde luego, un banco privado es una empresa privada, y la libertad de empresa, como todas las demás, debe mantenerse, de acuerdo con el interés general expresado en las leyes. Pero un estado democrático debe tener un sistema financiero público como garantía de efectividad de los derechos constitucionales. Esta crisis ha demostrado esta necesidad con creces. Es urgente la creación de un Sistema Financiero Público Nacional.  También necesitamos separar del influjo de la "globalización" todos los ámbitos esenciales para llevar adelante una cultura propia. Otros (el mundo financiero anglosajón y sus aliados) nos gobiernan de acuerdo con sus intereses, que no son los nuestros. Entre sus designios está la postergación de nuestra cultura. Una cultura obligada durante siglos a estar al servicio de la ignorancia sectaria y dogmática de todo tipo de infalibles papas, pero que hoy tiene la oportunidad de decidir por sí misma, porque tiene los elementos de conocimiento suficientes para ello a pesar del intento actual de destrucción de ese potencial al que estamos asistiendo, llevado a cabo desgraciadamente por este penoso gobierno al servicio de intereses mafiosos propios y extranjeros.  Por lo tanto, el otro aspecto de la Revolución Democrática y Cívica que proponemos es la implementación decidida de la cultura local en todas sus manifestaciones. Porque cultura es desde saber fabricar botones (o barcos), a cultivar una huerta (o gestionar un parque nacional) a hacer música pop (o una zarzuela futurista): todo lo que hacemos. Y eso es lo que podemos ofrecer a otros, en todo caso,  no otro mundo todo a cien para noreuropeos. Debemos recuperar nuestra autonomía cultural, política y social, democráticamente, y defendernos de la agresión cultural, financiera y política que se está llevando a cabo contra nuestro país y contra nosotros (ver caso de Gibraltar sin prejuicios, los salarios de 2´50 la hora en el campo andaluz o el asunto Eurovegas, plan cuya defenestración va a ser el test del próximo gobierno democrático cuando lo instauremos: es lógico que los puteros cocainómanos que nos gobiernan nos quieran convertir en el burdel del mundo, creando un macro gibraltar en pleno centro del país, pero nosotros no tenemos por qué aceptarlo, desde luego). Por no hablar de las agresiones económicas comunitarias, producto de la misma ideología clasista y antidemocrática que está llenando las arcas de los bancos extranjeros que financiaron la burbuja/lavado de dinero del cambio del euro/ladrillo, convirtiendo sus perdidas en nuestra deuda pública. En ese sentido, queremos dejar claro que el Partido Fantasma no aboga por el nacionalismo, pero pensamos que los ciudadanos de un país si que tienen derecho a defenderse cuando sobre el se cierne un genocidio cultural que consideramos un crimen contra la humanidad (no es broma: estamos seguros de que el mundo anglosajón lleva a cabo una política activa de imposición cultural: nos venden su hegemonía. Y la otra gran cultura relevante de occidente es la hispana, y lo saben). De ahí proviene lo que nosotros entendemos como responsabilidad histórica de nuestro país, y de ahí surge la necesidad de la revolución democrática que proponemos: dar el próximo paso en la evolución social hacia la Democracia 2.0, y hacerlo desde España, pacífica y decididamente, generando una influencia cultural  positiva de excelencia para el Siglo XXI,  como dirección a seguir por todos. O eso, o la dependencia: no hay otras salidas.
         2.- Para llevar adelante el Programa Democrático hace falta un consenso general de las fuerzas democráticas en España para definirlo (definir las metas), y la colaboración crítica entre ellas debe promover un acuerdo que active también un  cambio en la propia manera de hacer política.
        Hay ejemplos de esta necesidad de reflexión y nuevos consensos: por ejemplo, ¿por qué la derecha mafiosa promueve recortar la participación política pública en la toma de decisiones? No estamos de acuerdo. Pensamos que, puesto que los parlamentos son representaciones, cuanto mas adecuada sea la muestra (el sample) de la simulación, mejor. Nosotros hacemos música y la  música es una metáfora de la vida. Hoy, la sociedad española suena mal. ¿Por qué? Hablando simbólicamente, por la deficiencia en el wordlength* de la muestra. Estamos muy deficientemente representados, y esto es así porque lo que se presenta a elecciones son partidos políticos estructurados muy rígidamente (codecs muy primarios), con barones, condes, duques, escuderos, etc. Ni un fontanero. Ni un repartidor. Ni una ama de casa. Ni un campesino. Ni un obrero en paro. etc. Pero todo está lleno de abogados, que no deberían poder presentarse a elecciones, porque los abogados deberían ser considerados  parte de otro poder, el poder judicial. ¡Este es un sistema político NiNi, que permite llegar al poder en negro para hacer una política antidemocrática!
        Y, ¿quienes son los  anti sistema aquí?
       Al parlamento deberían presentarse LOS CIUDADANOS como tales. Sea que además sean miembros de partidos políticos, de organizaciones empresariales o culturales o sindicales o profesionales, activistas de barrio o de sistemas cósmicos, lo que sea: que lo digan, por supuesto, abiertamente, pero que se presenten como ciudadanos, y con un equipo claro alrededor, que será parte del entramado de relación de ese "sample" o "muestra" activa con el entorno sampleado o muestreado, la sociedad que lo elige. En nuestra opinión, las actuaciones partidarias en el parlamento deben producirse como resultado de la discusión de cada tema específico en ese ámbito. Y el parlamento debe representar a toda la sociedad, especialmente a los que hasta ahora son excluidos: a estos (a nosotros, que estamos en ese otro mundo de la realidad excluida del poder, la mayoría) debe llegar la democracia con urgencia. En este momento, con el actual sistema,  los partidos legislan para mantener el poder, sea ello con buenas intenciones (en plan despotismo ilustrado) o con la intención de tapar sus negocios sucios e ilegales, como es el caso del partido actualmente en el poder (ilegítimamente, desde luego: se ha ganado las elecciones con financiación ilegal. El sistema está tan podrido que ni la Fiscalía General ni la Junta Electoral han intervenido).
        Como dice nuestra canción, "Familias Felices"..."tenemos trabajo, hay mucho que hacer". Con la esperanza de poder aportar un poquito, pero con la decidida intención de hacerlo, dejamos de momento aquí esta reflexión hecha desde ese otro mundo que es posible porque ya estamos pensando en como va a ser, estructuralmente: de todos es sabido que el germen de la realidad se produce en la imaginación humana.  Y no estamos hablando de blanco o negro, sino del desarrollo de la libertad, de una cultura producida críticamente en libertad desde nuestros pueblos, ciudades, fábricas, laboratorios....  Y ese futuro lo queremos ahora.    Es hora de hacer la obra. 
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Partido Fantasma
Uuuuuuhhhh!     Asusta a la crisis!
28 de Enero, 2014

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